Señoras del (H)AMPA es una serie de televisión española producida por Mediaset España y Producciones Mandarina que fue presentada en el Festival MIP Drama de Cannes y que, tras su estreno en 2019 en Telecinco, se emite actualmente en Amazon Prime. El protagonismo, coral, reúne a las actrices Toni Acosta, Malena Alterio, Nuria Herrero y Mamen García, para que, respectivamente, encarnen a Mayte, Lourdes, Virginia y Amparo, las cuatro mujeres que viven en el madrileño distrito de Carabanchel y se conocen porque los hijos de las tres primeras y el nieto de la cuarta van al colegio Gloria Fuertes, donde Elvira (Marta Belenguer), una compañera de trabajo de Mayte, es la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA).
Esta Elvira es el súmmun de la perfección: la perfecta vendedora, la perfecta presidenta del AMPA, la perfecta bloguera, la perfecta inválida…, porque Elvira es paralítica, lo que no le impide dominar a todo su entorno con sonrisa de azúcar -broma que entenderán solo quienes hayan visto la serie- y mano de hierro con guantelete de acero y púas envenenadas.
Elvira es, pues, la antítesis de esa Mayte (personaje que ostenta el mayor protagonismo en esta serie coral) que lucha cada día para hacer frente a su caos existencial: una economía más que precaria, un trabajo en el aire, un divorcio aún doloroso, un hijo acosador y una hija adolescente un “pelín” difícil. Este papel de Mayte es sin duda la mejor interpretación hasta la fecha de Toni Acosta, aunque Malena Alterio, como la fría y eficaz estratega Lourdes, y la veterana Mamen García, como la desamparada Amparo, no se quedan atrás destacando también en sus interpretaciones.
El argumento arranca con Mayte y Elvira vendiendo un robot de cocina para la misma empresa y luchando la una contra la otra por mantener su puesto de trabajo, esto lleva a que Mayte prepare una demostración de la máquina en casa de Amparo (una sufrida abuela que se hace cargo de su nieto ante las continuas ausencias de su hija) a la que se apuntan Lourdes (funcionaria del DNI y esposa de un policía de la misma comisaría donde trabaja) y Virginia, una joven muy embarazada de su segundo hijo.
Elvira – rival no sólo de Mayte sino también enemiga de Lourdes y Amparo pues es casera de ambas y pretende desahuciarlas – se presenta por sorpresa en la reunión y, mientras se produce la demostración, aturulla con su perfeccionismo a Mayte, produciéndose el accidente fatal que acaba con la vida de Elvira, en una escena tan macabra como hilarante. O así lo creen las cuatro amigas. En el caos de la situación deciden ocultar el crimen, pero no saben que hay una testigo: la hija de la vecina de Amparo, con síndrome de Down, que las chantajea para que maten a su odiosa madre.
Y así este grupo de mujeres, más o menos baqueteadas por la vida, se verán empujadas en los siguientes capítulos a realizar actos terribles para ir defendiéndose de los que las acosan. Algo que puede recordarnos a la estupenda novela Out, de la japonesa Natsuo Kirino, o a Tomates verdes fritos, de la norteamericana Fannie Flagg. Pero si en la novela japonesa domina el sentimiento trágico de la vida y en la norteamericana la dulzura sureña, en la serie española lo que triunfa, y mucho, es la irreverencia -por ejemplo, el que una paralítica y una jovencita con Down sean malas sin paliativos- y la comicidad esperpéntica, dando lugar a una excelente comedia negra. Una serie que nos ha sorprendido por su original propuesta y por unos cliffhangers se suceden capitulo a capitulo, con unas propuestas que algunas veces son delirantes por el camino que toman, y que enganchan espoleándonos a ver la temporada completa.
Hay que mencionar también a los personajes secundarios, como el marido de Elvira, Fernando, que contrata a un sicario (Mariano, un personaje que da por sí solo para una serie) para matar a su mujer sin poder suponer siquiera que ya está muerta, creando una cadena de equívocos absolutamente pasados de vueltas. Y qué decir de la hija de la vecina de Amparo, Asun (Ana Fernández), que chantajea a nuestras cuatro sufridas mujeres y que luego monta un emporio de “Peluquería”.
Además, a lo largo de los siguientes capítulos, el personaje de Elvira se va apareciendo a las sufridas señoras del AMPA, cual muy peculiar Pepito Grillo, en momentos de gran tensión, mientras que su amiga -y quizás algo más- Anabel (Ainhoa Santamaría) lucha sin descanso por descubrir el misterio tras la desaparición de su amada amiga.
Encontramos también un malo principal: Carmona (Gloria Muñoz), si bien, su construcción muy básica hace, en mi opinión, que sea el elemento que más le falla en la serie junto a un cierto descuido técnico. Carmona siempre aparece rodeada de sus compinches, unos malos de comic, que no saben hacer la o con un canuto.
No podemos acabar sin comentar el estupendo recurso de que Amparo vaya narrando las peripecias del grupo a su marido Alfonso, confinado en una residencia por un coma vegetativo, que hábilmente sirve tanto de resumen de capítulos anteriores como de muestra del desamparo emocional en el que vive la pobre, aunque a veces terrible, Amparo.
Todo lo anteriormente dicho junto con un brillante final de temporada, que nos augura nuevas propuestas para el futuro, hace que deseemos seguir disfrutando de las truculentas aventuras de este grupo de mujeres tan peligrosas como divertidas: las Señoras del (H)AMPA.
Francisco Canales Ramírez.
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