El gran timo de las hadas, de Félix J. Palma.

El gran timo de las hadas, Félix J. Palma. Destino.

El noir es ese maravilloso género literario que desarrolla eso que se ha dado en llamar ficción criminal. Y entre los muchos delitos que aparecen en sus páginas, viñetas  o fotogramas uno de los menos usuales, son los timos. Esas acciones en las cuales alguien paga por algo que no es, y que si está llevado al extremo, nunca es descubierto por el timado. 

De timos y timadores nos va a contar Félix J. Palma en esta estupenda novela, en la que conoceremos de cómo un bebé que escapa sorpresivamente de la muerte, llega a convertirse en un gran timador, en cómo sus habilidades le obligan a tratar con gentes indeseables, y a tener que llevar a cabo una peligrosa acción.

Sobre esta trama, el autor nos hablará de la magia y la ilusión, de cómo puede crearse y fabricarse, de la necesidad que muchos seres humanos tienen de la misma –y el precio que pueden llegar a pagar por dicha necesidad—. También se nos hablará de las tribulaciones de una sociedad como la británica, que intenta digerir el enorme trauma social que significaron los horrores de la I guerra mundial. Eso sin olvidar la dureza de la vida en los años veinte del siglo pasado, con la extrema miseria en la que vivían muchas personas, y la presencia de violentas y feroces bandas de maleantes que asolan las vidas de las muchas personas débiles e ilusas que forman el grueso de la sociedad.

La novela comienza con el fenómeno que se está dando del interés por los seres mágicos entre la sociedad británica de los años veinte del pasado siglo. Interés desatado por la publicación (hecho histórico) de una serie de fotografías, en que se ve a unas niñas rodeadas de pequeñas hadas. El que el insigne sir Arthur Conan Doyle considerara estas fotografías como reales, no hizo más que abonar el campo de cultivo por la búsqueda de pruebas de la presencia de seres feéricos en las vidas de muchos ciudadanos de la Gran Bretaña.

Y aquí aparece la figura del fotógrafo Alan Schofield, que empieza a vender fotografías de los seres mágicos que algunos ciudadanos consideran viven en sus casas. Conoceremos de las mañas que despliega el protagonista para llevar adelante tan lucrativo y delictivo negocio, en compañía de su pareja Violet.

En su primera parte la novela nos relata la vida de este singular personaje, que vive de puro milagro, y que tras muchas vicisitudes acaba en su adolescencia como constructor de artilugios mecánicos para los trucos que lleva a cabo un mago.

Esto le introduce en el mundo de la magia, la ilusión y el engaño, en todas las facetas en que estas actividades pueden darse. De esta manera el joven ….

“Ya no será un vulgar carpintero. Será un ingeniero, un ingeniero de sueños, alguien capaz de hacer soñar a la gente. Su vida transcurrirá al otro lado de la magia, donde no se sienten sus efectos, sino donde se crean. A un lado los soñadores, y al otro, los ingenieros de sueños, por ennoblecer el tándem ingenuos y listos.

pero hacía magia. ¿Acaso no inventaba ilusiones con las que hacía soñar a las personas? ¿No sabía despertar sus anhelos más íntimos, encontrar el deseo más secreto hasta en las almas que no deseaban nada? Sí, seguía, en definitiva, al otro lado de la magia, el de los listos.”

Pues el chico aprende que …

“Desde allí, Jimmy observa con ojo crítico cómo funciona cada artilugio, el efecto que provoca en el público, la magia que origina. Se la imagina envolviendo a los crédulos espectadores como un manto dorado y crepitante hecho de abejas y luciérnagas entrelazadas. Un manto que no lo cubre a él, pues, como hemos dicho antes, Jimmy sabe demasiado. Es incapaz de sustraerse al engaño, de ignorar la falsedad que hay detrás de cada truco”

Y se da cuenta de que …

“sabe que tras ese milagro se esconderá un secreto trivial, decepcionante; que ahora comprende que los magos protejan sus trucos incluso con su vida: no son seres especiales custodiando algo precioso, sino hombres corrientes ocultando algo vergonzoso.”

Y eso que su maestro le deja claro que, no todo es artilugio, sino que es fundamental la palabra, pues tras una representación de Peter Pan, le dice …

“—La magia no siempre necesita de trucos. A veces puede crearse solo con palabras, como las del tal Barrie, el autor del libreto

Los trucos dan igual, chico, no son lo importante. Cualquiera con dinero puede hacerse con un surtido de artilugios. Lo que de verdad importa es la otra magia, la destreza del mago para embaucar al espectador. Ahí es donde reside su verdadera magia.”

La novela nos explica cómo este hábil timador se convierte en fotógrafo, ofreciéndonos una interesante reflexión sobre el sentido de la fotografía, planteando el problema de si debe ser una actividad enfocada a mostrar lo real, o bien puede incluir hechos falsos o inexistentes en la realidad, como el introducir las caras de hijos muertos en la guerra, en retratos familiares. Les recomendamos no se pierdan los argumentos a favor y en contra de ambas posturas.

Pero en un timo, tiene que haber dos actores: el timador y el timado. De estos últimos se hablará mucho, pues hay muchas posibilidades. Desde aquellos que se ven atraídos por promesas de riqueza, inteligencia, mejora en la capacidad sexual, o directamente conseguir  mujeres, o meramente compañía—hay mucha soledad—; a los que desean restañar las terribles heridas sentimentales, tras la pérdida de seres queridos. Y también se nos habla de la moda de aquellos que pretenden convivir con seres sobrenaturales o feéricos. 

Así veremos cómo resultan presas fáciles para los embaucadores personas con un gran dolor por la pérdida de seres queridos, como los muertos en la I Guerra Mundial. Pero también habrá primos que consideran que tener un ser fantástico es un signo estupendo de cierta clase social, como los dueños de castillos que sin fantasma no parecen tener suficiente empaque.

Así un  cierto horterismo social se va dando ….

“El resorte de la envidia, tan inherente al ser humano, se disparaba tanto por los coches, los palcos de la ópera o los trajes como por los seres feéricos.”

Y en medio de esta actividad tan lucrativa y divertida para el protagonista, se cruza la siniestra figura del matón Joe Pettigrew, que en la segunda parte de la novela, obligará a nuestros protagonistas a resolver un embolado muy complicado y lleno de peligros.

La descripción de este siniestro personaje no tiene pérdida …

“Pese a sus ínfulas mesiánicas, Joe solo es un tipo violento, cruel y egoísta como tantos otros. Entre los pliegues de su cerebro apenas chisporrotean unas brasas de inteligencia, aunque tampoco necesita más para pastorear al rebaño de borregos que lidera; pero su gran baza, si se la puede llamar así, es que cree en su talento para el crimen con la misma fe incombustible con que un artista creería en su arte.”

Y como he leído por ahí, el tono de la novela pasa del travieso y mágico Peter Pan a algo más siniestro y violento, que nos trae a la memoria la historia de los Peaky Blinders. Lo único que podemos decirles de esta segunda parte de la novela, que llega hasta su final, es que es apasionante, inteligente, y llena de sorpresas.

Entre tantas peripecias, nos podríamos preguntar por el papel de las hadas en esta narración. Pues sabremos del interés y necesidad de tener una muestra icónica de su presencia, lo que los timadores evitan—y venden—, con este singular argumento ….

“Lo mismo sucede con las criaturas mágicas. Sencillamente, emiten vibraciones de una frecuencia diferente que la mayoría de las personas no pueden ver porque se encuentra fuera de los límites del espectro luminoso. Pero sabemos que los niños, y también los médiums y clarividentes, gracias a su fuerza parapsíquica, pueden verlas.”

Pero hay quien les da un papel mucho más importante en el devenir de la existencia ….

“El poder de las hadas hilanderas era tan extraordinario que se habían arrogado la tarea de Dios, la única criatura fabulosa del reparto del universo. Eso era algo que cualquier estudiante de primer curso de Fadalogía sabía.”

Con todos estos elementos, Félix J. Palma nos ofrece una estupenda historia llena de encanto—sin caer en la ñoñez—, una historia criminal—llena de sorpresas y acción—, y que no duda en hablarnos de la dureza de la vida—sin caer en el morbo y la sordidez—, que es ficción, pero nos habla de las miserias y penas de una población como la británica en un momento muy concreto de su historia.

Además, está escrito con una prosa, que resulta elegante y precisa, que con mucho oficio, nos va llevando en su historia, con sus trucos y sorpresas, y con unos personajes muy sólidos que están llenos de humanidad, …. en todas las divergentes facetas de ese término.

No se extrañen, por lo tanto, que les recomiende encarecidamente esta apasionante y hermosa novela, que al menos, al que firma esta reseña, le ha regalado unas horas llenas de encanto y pasión.

José María Sánchez Pardo

Deja un comentario